lunes, 24 de noviembre de 2008

TAJO VIVO EXTREMADURA POR .......AGUA




UNA DE LAS EXPERIENCIAS MAS BELLAS , JAMÁS VIVIDAS POR MI

NO HACE FALTA SALIR DE EXTREMADURA AQUI TENEMOS .........

.......MUCHA NATURALEZA --------Asociación MILMAS
Con el músculo vacío, pero aún con la adrenalina a tope, llegamos a nuestra meta, una hora después de lo previsto, acompañados por unas docenas de niños que nos esperaban a la entrada del pueblo y que nos abrieron paso por las calles de Torrejoncillo hasta la Plaza Mayor, donde fuimos recibidos con una calurosa ovación por los allí congregados… y entonces te das cuenta de que ha merecido la pena; ha merecido la pena lo que nos queda en la retina, lo compartido con compañeros de tal calibre, el esfuerzo llevado a buen puerto; en definitiva, la satisfacción que se reflejaba en la cara de cada uno de los miembros del equipo al finalizar la prueba.

Las primeras horas, de madrugada, transcurrieron por las tranquilas aguas del embalse de Valdecañas. La niebla fue traicionera compañera, hasta llegar a la presa del mismo nombre, haciéndonos perder el rumbo en varias ocasiones. Una vez porteados los kayak para salvar la presa, la mañana nos presentó un tramo de kayak de los de disfrutar; la luz del sol extremeño nos mostraba un Tajo lleno de vida hasta las inmediaciones del Parque Nacional de Monfragüe donde abandonamos el agua.

Pasaba ya medio día cuando montamos en nuestras bicis para cruzar Monfragüe. Precioso a la vez que exigente recorrido en el que atravesamos el parque, a lo largo, pasando por las cotas más altas de éste. Fue en los dominios de Serradilla donde volvimos a dejar nuestras bicis para saltar al agua y afrontar nuestro último tramo antes de llegar al Club Náutico TajoMar, parada obligatoria.

Las fuerzas mermadas que reflejaban nuestras caras las confirmaron los datos que desprendían los análisis de sangre realizados, y fue por esto por lo que la parada se prolongó más de lo previsto, saltando al agua con los primeros rayos de luz.

Día de viento, bastante duro, el que se nos presentó para navegar por las aguas del embalse de Alcántara; y duro el último tramo por el río Alagón hasta los Canchos de Ramiro por la creciente corriente en contra que fuimos encontrando a medida que remontábamos el río. Pero todo lo que sufrieron nuestros brazos y dorsales fue compensado con creces con lo que disfrutaron nuestras retinas al paso por este paraje natural y, de nuevo, dejamos los kayak para cabalgar sobre nuestras bicis los últimos kilómetros hasta Torrejoncillo llevados en volandas por amigos y familiares que nos acompañaron, ya de noche, con sus bicis.

100 km remando, 120 km en bici, 38 horas “Non-Stop”. Sensaciones que difícilmente puede expresar pluma de tan poco calibre. Deporte, aventura, amistad,… solidaridad; desde la Asociación Deportiva MilMas te invitamos a tomar una tacita de este mejunje.



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